Dale la bienvenida a la primavera con este cheesecake vegano de limón, elaborado solo con ingredientes reales o real food, sin azúcar y sin horno.

Ya sabéis que los postres crudiveganos son de mis favoritos últimamente, sobre todo por lo cómodo que es hacerlos sin horno y por la cantidad de ingredientes saludables que llevan. Y por eso mismo esta receta es una maravilla. Este cheesecake vegano de limón no contiene nada de azúcar y está endulzado solo con dátiles y stevia; además, es sin gluten para celíacos, está riquísimo y es muy refrescante. Aunque pueda imponeros el nombre (y lo bonito que se ve en las fotos), os prometo que es muy fácil de preparar.
Base sin horno
Me encanta esta base sin horno, muy parecida a la que ya he usado en otras recetas sin horno, pero esta vez sin avena, para los que preferís no tomar cereales. Solo contiene cuatro ingredientes: almendras, dátiles, aceite de coco y sal (y, bueno, un poquito de agua). Es muy importante que NO remojes los dátiles o no saldrá la receta. El aceite de coco también es imprescindible y no puede sustituirse por ningún otro tipo de aceite. En cuanto a las almendras, puedes reemplazarlas por tu fruto seco favorito.

Relleno de tarta de queso vegana
El relleno es lo que hace a esta tarta tan especial. Al ser una tarta crudivegana, no vamos a usar el horno como se haría en las tartas de queso convencionales. Además, como es vegana, no lleva queso ni ningún lácteo. Los ingredientes que lleva son:
- Anacardos, previamente remojados: son la base de la tarta de queso. Es importante dejarlos toda la noche en remojo en agua, para que se ablanden y queden bien cremosos al triturarlos.
- Leche de coco: la de lata, y que sea la normal, no light. Si no eres vegano y no te gusta el coco, puedes sustituirla por nata de repostería.
- Stevia en polvo: para que nuestra tarta no lleve nada de azúcar, vamos a usar un edulcorante acalórico como la stevia. Tiene que ser en polvo y no líquida. Puedes usar tu edulcorante acalórico favorito (siempre en polvo, eso sí), pero tendrás que cambiar las cantidades a ojo, porque cada uno endulza de forma distinta (la stevia tiene mucho poder endulzante, muy superior al de los demás). Por eso, recomiendo usar stevia, cuyas proporciones son justo las de la receta.
- Aceite de coco: aquí vuelve a ser imprescindible, igual que en la base, y no se puede omitir ni sustituir por otro aceite. El motivo es que el aceite de coco se solidifica en frío, así que es fundamental para que la tarta se endurezca y se mantenga en pie una vez sacada del molde.
- Zumo y ralladura de limón: lo que va a hacer que la tarta tenga ese riquísimo y refrescante sabor a limón.

Cómo servir el cheesecake vegano de limón
La mejor forma de servir este cheesecake vegano de limón es bien frío, recién salido de la nevera, para que conserve su textura. Dejaremos que enfríe y solidifique en el congelador, pero, una vez sólido, lo conservaremos en la nevera, que es donde cogerá su mejor textura.
Cheesecake vegano de limón: receta sin horno
Ingredientes
Para la base:
- 250 g dátiles
- 150 g almendras
- 2 cucharadas aceite de coco
- 1 cucharada agua
- 1 pizca sal
Para el relleno:
- 300 g anacardos (dejados toda la noche en remojo)
- 250 ml leche de coco
- 3 cucharadas aceite de coco
- 10 g stevia en polvo (o al gusto)
- 1 limón (zumo y ralladura)
- 1 pizca sal
Elaboración paso a paso
- En una picadora, tritura todos los ingredientes de la base hasta que quede una textura como de arena mojada.
- Cubre con la mezcla el fondo de un molde de silicona (o desmoldable) cuadrado o redondo de unos 20 cm, apretando bien para que quede compacta. Deja enfriar en el congelador mientras preparas el relleno.
- Escurre los anacardos. En una picadora, tritura todos los ingredientes del relleno, hasta que quede una mezcla cremosa.
- Vierte la mezcla en el molde sobre la base de almendra y dátil y deja enfriar en el congelador unas dos horas, hasta que solidifique.
- Saca la tarta del congelador, desmóldala con cuidado, córtala en porciones y sirve. Conservar en la nevera.
Notas
- Si no vas a consumirla de inmediato, sácala del congelador pasadas las dos primeras horas y métela en la nevera. Si la dejas más tiempo en el congelador, estará muy dura cuando vayas a servirla y tendrás que dejarla descongelar.
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Hola Sara, me hace ojitos esta receta y quiero prepararlo en estos días, podrías ayudarme indicándome para cuántas porciones da el tamaño de molde que utilizaste para poder adaptarlo a mis moldes, casi todo lo que hago es mini porque solo somos dos y para poder estar probando cosas distintas seguido. Gracias 🙂
Hola, América. En todas las recetas pone el número de porciones. En este caso, son nueve porciones (al ser un cuadrado, 3 x 3).
Siii, una vez enviado el mensaje me dí cuenta que me enrede yo sola, si las piezas es verdad ahí lo dice, lo que quería saber es el tamaño del molde si es que lo hiciste en un molde cuadrado. Lo siento por la confusión, bonita noche!
También lo pone en la receta. En esta, usé un molde cuadrado de 20 x 20 cm.
Gracias!!!
No hay de qué 🙂